Ruta del Vino

Chile es un país privilegiado por su geografía. Dos cordilleras, la de Los Andes al este y de la Costa al oeste, originan fértiles valles que son cruzados por ríos. Este es el terreno ideal para cultivar diferentes cepas de vinos que actualmente son reconocidas por su calidad y sabor.

En estos valles podemos encontrar diferentes viñedos y bodegas donde conocer el proceso de elaboración del vino y disfrutar del sabor de diferentes cepas como cabernet sauvignon, syrah, pinot noir y carmenere, en vinos tintos; y cabernet sauvignon y chardonnay en vinos blancos.

El recorrido por estos valles forman la llamada Ruta del Vino, que se concentra en cinco zonas ubicadas en el centro del país: Valle de Maule, Valle de Maipo, Valle de Colchagua, Valle de Casablanca y Valle de Aconcagua; ambos en la V región; y Valle de Cachapoal. Aquí no sólo encontramos viñedos, sino también hoteles temáticos, restaurantes, museos y senderos para recorrer caminando, cabalgando o en bicicleta, además de muchos otros atractivos.

Mapa de Ruta del Vino

Historia

Aunque la historia del vino en Chile es desde la época colonial, no es sino hasta un par de décadas atrás que la producción vitivinícola del país se hizo reconocida en el mundo, especialmente el cabernet sauvignon.

Se estima que las primeras plantaciones de vides en Chile fueron realizadas por los españoles en La Serena, IV región, en el año 1548. Las uvas fueron cosechadas en el año 1551 en el Valle de Elqui y el Valle de Limarí, ambos considerados un terreno ideal para este tipo de cultivo por las características del suelo, temperatura del aire e irrigación de agua por el río Elqui. También estas condiciones produjeron uvas muy dulces, que luego se utilizaron para la elaboración de aguardientes, más tarde conocidos como pisco.

Fue especialmente en la región de Coquimbo donde los cultivos de vino se desarrollaron de forma óptima, por su tipo de clima con inviernos lluviosos y veranos muy cálidos. El vino chileno llegó a ser tan famoso, que a principios del siglo XIX fue prohibido en Europa porque se consideraba que competía con los precios de los vinos producidos en España.

Sin embargo, a mediados del siglo XIX el vino comenzó a considerarse como una fuente importante de ingresos de exportación y el francés Claudio Gay fue contratado para trabajar en mejorar los viñedos y evaluar su calidad científicamente.

Fue Silvestre Ochagavía, cerca de 1850, quien introdujo en Chile las cepas malbec, merlot, cabernet sauvignon, pinot, sauvignon blanc y riesling, por nombrar algunas. Esto motivó a otros empresarios como Luis Cousiño, José Tomás Urmeneta, Melchor Concha y Toro, por ejemplo, que fundaron sus propias viñas, comenzando una exitosa tradición vitivinícola que se mantiene hasta la actualidad. Por otro lado, Alberto Valdivieso se aventuró con la exportación de cepas blancas desde la región de Champagne en Francia como chardonnay y pinot noir, generando vino espumoso.

Otro hito importante fue la aparición de la plaga filoxera en 1863 en Francia, que se extendió por Europa, dañando gran parte de las cepas desarrolladas en ese continente, en Australia, en California y en África del Sur. Sin embargo, los viñedos chilenos se mantuvieron libres de la contaminación, lo que permitió utilizar sus cepas para la recuperación de la industria en el mundo.

El vino preferido de consumo popular en Chile son las cepas país, en variedades como la chicha; que corresponde a jugo de uvas fermentado; y el pipeño; vino sin procesar directamente desde la barrica. Desde la década de 1980 las empresas comenzaron a invertir en instalaciones con mayor tecnología y nuevas legislaciones, lo que comenzó a posicionar al país como un importante productor de vinos en el mercado internacional.

Es por eso que a mediados de los 90, en pleno auge de las empresas vitivinícolas, se comenzó a desarrollar la “Ruta del Vino”, para centralizar el turismo en torno al vino o enoturismo, ofreciendo excursiones, actividades y alojamiento; entre muchas otras alternativas.

Donde Ir

Valle de Colchagua:

 

El Valle de Pequeñas Lagunas, según el idioma mapudungún, fue utilizado como límite sur del Imperio Inca, reconocido por sus fértiles tierras que fueron utilizadas para cultivos agrícolas. Está bañado por las aguas del río Tinguiririca.

 

En el Valle de Colchagua podemos encontrar 17 bodegas productoras de vino, tintos y blancos. Se destacan las cepas syrah, carmenere, malbec y cabernet sauvignon, Algunos de los viñedos más importantes de la zona con Bisquertt, Cono Sur, Lapostolle, Montes, Santa Helena, Santa Rita, Santa Cruz, Viu Manent y Montgras, por mencionar algunas.

Una de las ciudades más importantes de la zona es Santa Cruz. Aquí se encuentra el Museo de Colchagua, el museo privado más grande del país, que cuenta con importantes colecciones de joyas, objetos coloniales, entre otras. Aquí encontramos hoteles de alta categoría, un casino, una oficina de turismo que ofrece actividades tradicionales como cabalgatas; restaurantes y mucho más.

En Santa Cruz también se realiza la tradicional Fiesta de la Vendimia los primeros días de marzo, donde se pueden conocer las tradiciones del cultivo y la elaboración del vino.

En esta zona también se establecieron las grandes mansiones de las primeras familias de la oligarquía en Chile, por lo que además podemos observar una muestra de la hermosa arquitectura colonial. La capital de la provincia, San Fernando, es una muestra de esto, con su museo costumbrista e histórico de la Casa de Lircunlauta, entre otros.


Valle del Maipo:

 

Se localiza en plena Región Metropolitana, en los alrededores de la capital Santiago. Son regados por las aguas del río Maipo. Por su geografía, rodeado de montañas, permite producir cepas a diferentes alturas, con distintas características y sabores. Este es el valle productor del cabernet sauvignon chileno, un vino reconocido mundialmente.

 

Entre los viñedos que podemos encontrar en esta zona son la Viña Concha y Toro y las que se encuentran agrupadas en la Ruta del Vino del Alto Maipo; como la Viña Haras de Pirque, Viña Huelquén y Viña La Montaña; entre otras. En ellas se pueden realizar tours, actividades recreativas al aire libre, degustaciones y venta de vinos.

Otras localidades que pueden recorrerse en el Valle del Maipo son Isla de Maipo y Calera de Tango, donde probar comida típica, observar casas de arquitectura colonial, conocer el Pucará de Chena, fortaleza incaica que se localiza en los alrededores, y disfrutar de la tranquilidad y relajo del campo.


Valle de Casablanca:

 

Se ubica en la V región, a sólo 41 kilómetros de distancia de Valparaíso. Al no contar con cauces de agua, posee embalses y represas que bañan las decenas de viñedos que se dedican a la producción especialmente de vinos blancos.

 

Lleva su nombre por la localidad de Casablanca, que se caracteriza por su fiesta costumbrista y sus tradiciones chilenas. Desde aquí parte la Ruta del Vino de Casablanca, donde se pueden conocer algunos viñedos como Casas del Bosque, Matetic, Indómita, Viñamar, Quintay, entre otras.

Dentro del recorrido se realizan degustaciones, se puede disfrutar de la mejor comida chilena en sus restaurantes y disfrutar de alojamientos de alto nivel y excelentes servicios. Además existen tiendas donde adquirir vinos y otros recuerdos relacionados con esta experiencia.


Valle del Maule:

 

Este valle cuenta con tres millones de hectáreas, la mayor superficie de viñedos del país, con plantaciones que existen desde la época colonial. Se localiza en la región del mismo nombre, entre las provincias de Talca, Linares y Cauquenes, siendo la zona de mayor producción vitivinícola de Chile.

 

Cuenta con rutas para conocer sus viñedos, entre ellos Viña San Rafael, Viña Gillmore, Viña Corral Victoria y Viña Balduzzi; con degustaciones, almuerzos con comida tradicional chilena y visitas guiadas a las instalaciones de las viñas, sus jardines y hermosos alrededores.

Además de esto, la región del Maule cuenta con importantes áreas naturales como la Reserva Radal Siete Tazas y la Reserva Altos del Lircay, para realizar también actividades de ecoturismo como trekking, montañismo, observación de flora y fauna y cabalgatas.

Las Termas de Quinamavida son otro atractivo del Maule, con un completo resort y spa para relajarse y disfrutar de las propiedades curativas de sus aguas, además de otros tratamientos que incluyen arcilla, y por supuesto, vino.

Maule cuenta con importantes localidades, como la ciudad de Talca que se destaca por su tradición y lugares históricos, entre ellos el museo O’Higginiano y el Museo de Bellas Artes de Talca.


Valle de Cachapoal:

 

Se localiza en la cuenca de Rancagua y es bañado por las aguas del río Cachapoal y se extiende hasta el lago Rapel. Sus viñedos se encuentran en las bajas alturas de la Cordillera de la Costa, en un clima de veranos calurosos e inviernos lluviosos, que brinda cepas como merlot, cabernet sauvignon y en especial, carmenere. Algunos de los viñedos que se encuentran en el Cachapoal son Viña Chateau Los Boldos, Viña Anakena, Viña La Rosa, Viña Altair, entre otras; donde se pueden realizar recorridos, degustaciones de vinos y de comida tradicional, comprar vinos, cabalgatas, paseos en bicicleta y otras actividades.

 

Entre sus atractivos está la localidad de Doñihue, que ofrece una particular artesanía en chamantos, mantos que se utilizan para cabalgar y son tejidos en seda y lana de oveja.

Además de esto, en el Valle del Cachapoal se puede probar comida tradicional chilena como los asados de carne y el famoso vino pipeño, directamente desde las barricas.


Valle de Aconcagua:

 

Dentro del Valle de Aconcagua encontramos la provincia de San Feipe y Los Andes. Por sus características de clima y suelo sus tierras fértiles bañadas por las aguas del río Aconcagua son privilegiadas para todo tipo de cultivos, en especial viñedos de maduración lenta.

 

Además de esto, el valle ofrece hermosos espacios naturales como la Serranía del Ciprés, que cuenta con una zona de picnic, senderos y espacios para camping. Otra alternativa es el parque privado San Francisco de Los Andes, donde se pueden realizar actividades al aire libre como parapente y cabalgatas.

En Aconcagua encontramos viñedos como Viña Errázuriz, Viña Mendoza, Viña San Esteban, Viña Agustinos, Viña El Almendral, entre otras.

Qué hacer

La Ruta del Vino se extiende entre las regiones V y VII del país en los llamados “valles transversales”, que cuentan con ríos y fértiles terrenos ubicados a diferentes alturas, lo que brinda las condiciones ideales para el cultivo de diversos tipos de cepas de vino reconocidas por su sabor y calidad en todo el mundo.

De norte a sur, el recorrido por la Ruta del Vino puede comenzar en el Valle del Aconcagua, a 100 kilómetros aproximadamente de Santiago, visitando las localidades de San Felipe y Los Andes, ubicadas al interior de la V región de Valparaíso. Aquí se puede disfrutar de actividades al aire libre, en las reservas naturales con que cuenta la zona, probar sabores de la comida chilena tradicional y por supuesto visitar los viñedos más reconocidos del sector como Viña Errázuriz. Es famoso por la producción de cepa syrah.

Luego encontramos el reino del vino blanco en el valle de Casablanca. Se ubica a 41 kilómetros de Valparaíso y es famoso por sus cepas de sauvignon blanc y chardonnay. También se puede disfrutar de comida tradicional y actividades folclóricas en la fiesta costumbrista de Casablanca que se realiza durante la primera semana del mes de octubre.

El más cercano a Santiago de los valles vitivinícolas es el Valle de Maipo, ubicado al sur de la capital, donde se pueden visitar las localidades de Isla de Maipo y Calera de Tango, además de realizar los recorridos por la Viña Concha y Toro y la Ruta del Maipo Alto, a través de las comunas de Buin, Pirque y Paine; para degustar sus emblemáticos vinos tintos.

Siguiendo hacia el sur encontramos el Valle de Cachapoal, en la cuenca de Rancagua y junto al lago Rapel, uno de los principales destinos turísticos de la zona, donde se pueden realizar actividades náuticas, camping, cabalgatas, mountainbike y otras excursiones. Otra alternativa es conocer el campamento de Sewell, una ciudad minera de principios del siglo XX que es considerada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

Los viñedos de la zona cuentan con atractivas rutas para conocer las instalaciones y procesos de elaboración del vino y también degustaciones de cepas como merlot y carmenere.

El Valle de Colchagua en la VI región es uno de los destinos más famosos y reconocidos de la Ruta del Vino. Se pueden conocer las ciudades de Santa Cruz y San Fernando, que cuentan con excelentes servicios orientados al enoturismo, como hoteles especializados y restaurantes de excelente gastronomía.

En esta zona podemos probar todo tipo de vinos por sus inmejorables condiciones de cultivo, entre ellos las cepas: merlot, cabernet sauvignon, malbec, merlot, syrah y carmenere.

El Valle del Maule es el más septentrional de los valles transversales, a 260 kilómetros al sur de Santiago. Se encuentra en la VII región y es el de mayor extensión en hectáreas de viñedos que cultivan las cepas más importantes de tintos, como cabernet sauvignon, merlot, carmenere y malbec.

Al contar con la presencia de grandes cauces de agua, produce cepas de sabor frutoso como los rosé y late harvest.

Recomendaciones

Economía:

 

Todos los valles de la Ruta del Vino se encuentran junto a importantes ciudades o localidades, por lo que se pueden utilizar tarjetas de crédito y encontrar cajeros automáticos. Se recomienda cambiar dinero en Santiago y viajar con pesos chilenos.


Transporte:

 

 

Dependiendo del valle que se quiera visitar, las alternativas de transporte son diferentes:

 

-Valle de Aconcagua: Para llegar se puede tomar un bus con destino a San Felipe o Los Andes. En automóvil desde Santiago se debe tomar la ruta 57. Desde Valparaíso, se accede a través de la ruta 60.

-Valle de Casablanca: En bus, se debe tomar un transporte hasta la localidad de Casablanca. En automóvil, se accede a través de la ruta 68, camino a Valparaíso.

-Valle de Colchagua: En bus se llega las localidades de San Fernando y Santa Cruz, donde existen transportes y tours que llegan hasta las viñas más famosas. En automóvil, desde Santiago se llega a través de la ruta 5 sur.

-Valle del Maule: En bus, llegando en bus hasta Talca o Linares. En automóvil se debe tomar la ruta 5 sur.

-Valle del Cachapoal: En bus hasta Melipilla o Rancagua. En automóvil, tomando la ruta 78 y la ruta 66, a través del cruce Las Arañas.

-Valle del Maipo: Se debe llegar a la localidad de Pirque, al sureste de la ciudad de Santiago. En automóvil a través de la Av. Vicuña Mackenna, que luego cambia de nombre a Av. Concha y Toro. También existen buses que se toman en la estación de metro Bellavista de la Florida que llegan hasta allá.

Para llegar a Isla de Maipo existen buses desde la Estación Central en Santiago; o en automóvil a través de la ruta 78. A Talagante, a través de la ruta 5 sur.


Comunicaciones:

 

En el Valle del Maipo, el código que se utiliza es el 2, que corresponde al código telefónico de Santiago. En el Valle de Casablanca, el código telefónico es el 32, que es el código telefónico de la V región. En el Valle de Aconcagua, el código telefónico es el 35, que corresponde a las localidades de San Felipe y Los Andes.

 

En el Valle de Colchagua, el código telefónico es el 72 para Santa Cruz y San Fernando. En el Valle de Cachapoal, el código de Rancagua es también el 72. En el Valle del Maule, el código telefónico que corresponde a Talca es el 71, mientras que el código telefónico de Linares es el 73.

Se debe recordar que para llamar del extranjero siempre se debe anteponer el código 56, que corresponde a Chile, luego el código de área y luego el de la zona.

Que y Donde Comer

Como los valles vitivinícolas se encuentran en la zona central del país, son representantes de la comida tradicional chilena con platos que incluyen carnes rojas, para degustar vinos tintos; carnes blancas, para probar con vinos blancos; pescados y mariscos; y otras comidas típicas como son las empanadas, humitas, pastel de choclo, cazuela, charquicán, entre otras alternativas.

Mientras en cada una de las localidades de los alrededores de los viñedos se puede disfrutar de la comida más tradicional chilena; existen algunas viñas que son famosas por la excelente gastronomía de sus restaurantes. Ellos buscan mantener los sabores típicos, pero con mezclas de sabores diferentes, elaborando platillos de cocina de autor.

Algunos restaurantes que vale la pena conocer son House of Morandé, ubicado en la Viña Morandé, dentro del Valle de Casablanca. Aquí se pueden probar pescados y mariscos como corvina y atún de la isla de pascua; carnes como jamón serrano, cordero; y postres que marcan un estilo propio, incluyendo helados de queso. También en Casablanca encontramos a Tanino, que pertenece a la Viña Casas del Bosque. Aquí se pueden maridar los vinos con platos como chuletas de cordero, avestruz, quesos, pastas y otros.

Una buena alternativa es el restaurant de la Viña Indómita, también en el Valle de Casablanca, con platillos donde se destacan las preparaciones de pescados y mariscos como ceviche, pejerreyes, ostiones, mero, corvina y mejillones; todo con exóticos acompañamientos como algas asiáticas, dátiles, camote, fideos de soba y mucho más.

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